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"Exitlio in pectore extrañamiento", 1983

Obra que presenta/representa la historia del devenir de un exiliado, quien vive sin llegar a comprender cabalmente su situación por lo arbitraria y repentina, en un basural norteamericano al que ha sido arrojado, intentando subsistir en un mundo que le es adverso, discriminatorio, pensando siempre en un retorno. Intenta reconstruir un hogar, en ese lugar, al interior de su nueva casa, un “viejo refrigerador” construido con materiales encontrados en un basural nevado, intentando con desperdicios protegerse del frío y del aislamiento, rodeado de viejos televisores, escobillones, de extractos cinematográficos, canciones, voces-off y sonidos de relojes sin tiempo, omnipresentes, atormentado por una figura tutelar: La Máscara, "ancestro, identidad, lengua, Memoria /Antepasado, quien ejerce desde el video, su oficio de zapatero, que lo desacraliza acercándolo al espectador en su condición humana", pero que lo guía por caminos erróneos. En este mundo hostil, aterido, solo piensa que "debe volver" que "tiene que volver", sin saber, al transcurrir el tiempo, dónde. Finalmente pierde sus identidades, su idioma, y sin saber ya qué hacer comienza a borrarse el rostro (remanente identitario), mientras se escucha en Voz-Off la defensa del detenido político salvajemente torturado: G. R. M., en la Cárcel Pública de Santiago en octubre de 1981. La obra avanza y crea una narración particular gracias a las canciones que el personaje interpreta y que dan un matiz personal y musical a la obra.

 

Canciones de la obra incluidas en el disco Contra-Exilio: Panorama, Diagramas, Ammillan , Quebec , Halo, Toi  y Edades.

Ver: Discografía

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AFICHE, PROGRAMA Y FICHAS ORIGINALES 1983

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"Alberto Kurapel ha creado un espectáculo performativo: canto, poesía oral, teatro, cine, mimo, diapositivas y lenguas /español-francés) que se mezclan apasionadamente para comunicar, traspasar el muro del silencio. Salí de allí conmovida por el rostro dramático de este hombre que tiene la mirada tierna y afiebrada del poeta. Todos las habilidades escénicas tienen un solo objetivo: hacer sentir el desamparo del exiliado (…) Y nos toca, en pleno corazón. Su voz flexible, con todas los matices de la emoción, pasando por la rabia, el dolor, el amor, cautivadora, intensa, su rostro elocuente, su cuerpo palpitante bastan para trasportarnos al meollo de su vida, al centro de su tormento. Solo es completamente él, cuando canta, cuando actúa haciéndonos disfrutar con su voz. Este hombre es bello desde lo más profundo de su ser y los espectadores los sabían en esta representación. ”

(Chantal Chevrier, Viva Virus, 1983)



 

 

 

"Performance que no podemos desaprovechar pues se trata de una de las raras ocasiones para familiarizarse con el trabajo de Alberto Kurapel quien nos presenta una creación de una calidad excepcional, tanto a nivel de la concepción como de la interpretación y que por su lúcido trabajo a nivel de la escritura y la puesta en escena, está dando un nuevo rostro al teatro latinoamericano y al mismo tiempo constituyendo un aporte fundamental a la vida y al desarrollo del teatro quebequense. ”

(Diario del Centro Comunitario Cristophe Colomb, Junio 1985)

Críticas escogidas:

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